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Al momento de comprar implementos para la estética, surgen una gran cantidad de dudas por la gran variedad de equipos existentes en el mercado. En el caso de los secadores de pelo, la mayor diferencia que se podrá encontrar está en que hay secadores de pelo profesionales y secadores de pelo domésticos.
En general, la diferencia estriba en que un secador profesional, a diferencia de uno doméstico, está especialmente diseñado para ser usado durante bastante tiempo sin que esto signifique un rápido deterioro. Además de eso, acá te pasamos las diferencias más significativas que existen entre ellos.
La potencia de un secador de pelo está expresada en vatios o watts. La traducción de esta medida es que a más potencia, a mayor velocidad se podrá secar el pelo porque el secador será capaz de emitir mayor cantidad de calor. Un secador profesional tendrá una potencia mucho mayor que uno doméstico.
Sin importar la potencia que pueda alcanzar, un secador profesional debe tener un control sobre ella. Es decir, que en su sistema habrá botones que permitan aumentar o disminuir la cantidad de calor que llega al pelo, de acuerdo a lo que se necesite.
Un secador de pelo profesional está diseñado de manera ergonómica, lo que permite su uso por largo tiempo sin que se resientan las manos ni los músculos de los brazos ni la espalda. Al contrario de los secadores domésticos, los profesionales están fabricados con materiales ultralivianos que pueden pesar menos de 400 gramos.
Los secadores de pelo profesionales suelen traer consigo una batería de accesorios que sirven para diferentes propósitos. Por ejemplo, para dar volumen al pelo, traen un difusor, mientras que para alisar, se sirven de una boquilla que enfoca el aire hacia un sitio determinado, permitiendo que sea más fácil el trabajo. Los secadores domésticos no suelen traer accesorios de este tipo.